Las semillas han viajado a más de 27 países para enviar un mensaje de paz.
En Chile están creciendo en el Jardín Botánico de la Universidad Austral de Chile, en Valdivia, que en conjunto con Fundación Mar Adentro invitan a participar en este proyecto para difundir su legado de esperanza y enseñar sobre la paz a través de la naturaleza, uniendo el arte y la ciencia.
Cada año se recolectan en Hiroshima las semillas de algunos de los 170 árboles sobrevivientes de la bomba nuclear.
Cada uno de ellos cuenta una historia en silencio y simboliza la recuperación después de la destrucción.